[Am | Dm | Em | Am] x2 Am Dm El carro del abandono, Em Am es el que ilumina mi portal. Am Dm Tal vez sea, el transporte de, Em Am dignos cartones y de arrabal. Am Reclama por su dueño que Dm es un duende excéntrico, lunático, Em Am fiel compañero y sin hogar, Am Dm que cegado por los hechizos mal habidos se traspapeló, Em Am y se olvidó, de su estacionar. Am Dm La mochila cumple el rol, Em Am de ilusionarse con regresar, Am Dm Al camino, detonado, Em Am por tristes naves de gris metal. Am Sin embargo la esperanza Dm que no es verde acá, ni allá, en ningún lugar, Em Am de esa revuelta al mal rodar, Am Dm se aletarga presurosa, displicente, entretenida y tan normal, Em Am que eso va contra su voluntad. A ¿Y si su dueño no era duende? Dm Si no hay cartones ni arrabal. G ¿Y si esa mochila es el testigo, C E de aquel agónico final? [Am | Dm | Em | Am] x2 Am Dm El carro del abandono, Em Am es el que ilumina mi portal. Am Dm Tal vez sea, el transporte de, Em Am dignos cartones y de arrabal. Am Reclama por su dueño que Dm es un duende excéntrico, lunático, Em Am fiel compañero y sin hogar, Am Dm que cegado por los hechizos mal habidos se traspapeló, Em Am y se olvidó, de su estacionar. A ¿Y si su dueño no era duende? Dm Si no hay cartones ni arrabal. G ¿Y si esa mochila es el testigo, C E de aquel agónico final? [Am | Dm | Em | Am] x2