Dm A Clareando en el horizonte se nos va yendo la noche Dm Gm y entre gato y chacarera A Dm canta el duende de los montes. Vino en jarra y empanadas con un montón de cantores que se salen de la vaina por entonar sus canciones. Una pollera enredada en un zagas zapateo busca remontar el vuelo de algún machau guitarrero. No se apagara la fiesta mientras perdure en el viento de la garganta de un chango las tradiciones del pueblo. Viene arrimándole brasas tras su guitarra perdida poniendo el último resto el endiablau por la herida. El lucero que titila en el latir de un legüero palo y palo con el bombo el indio estira los cueros. Cantamos entreverados desconocidos y amigos la salamanca y el cielo de pronto fueron lo mismo. No se apagara la fiesta mientras perdure en el viento de la garganta de un chango las tradiciones del pueblo.