El perro de Alcibíades
El Cuarteto de Nos

(Estribillo)
Humo, el perro, la cola.
¡Miren para allá!
Humo, el perro, la cola.
¡Miren para allá!
(Estrofa)
Otra vez el viejo truco
de la cortina de humo
para mover el foco a otro lugar.
Distraer con vulgaridades
es el capítulo infaltable
en el manual de manipular.
Que todos miren para otro lado
cuando hay un tema que está caldeado,
algo banal que traiga disputa,
tapar lo serio tirando fruta.
(Pre-coro)
Encandilar con algo aparatoso,
disimulando asuntos peligrosos;
y que acapare la atención
una trivial conversación.
(Estribillo)
Humo, el perro, la cola
¡Miren para allá!
Humo, el perro, la cola
¡Miren para allá!
(Estrofa)
Nos fuimos acostumbrando,
aturdiendo y embriagando
al compás de la fascinación.
Y en la zona, acorralados,
perros con rabos cortados
que miramos con resignación.
Humo que regula,
humo a la tribuna
que sólo entretiene
hasta que se esfuma.
(Pre-coro)
En el arte de ocultar la escena,
siempre hay alguien afilando la tijera.
Y como ayer, igual que hoy,
nada nuevo bajo el sol.
En el diario, en la foto,
en la tele, en el meme.
En la agenda, en el verso,
en la ropa, en la sopa.
(Pre-coro)
Ya son tantos, que resultan demasiados,
que cualquier día nos parece día raro
si nadie escucha alrededor
algún aullido de dolor.
(Estribillo)
Humo, el perro, la cola.
¡Miren para allá!
Humo, el perro, la cola.
¡Miren para allá!