Veinte Años
José Luis Perales

Le conoció cuando era joven todavía
Y se casó de traje blanco y por la iglesia
Y se cansó a los cuatro días de mirarlo
Y se fue armando poco a poco de paciencia.
En el espejo, se preguntaba si en verdad era feliz
Y se empeñaba en ensayar una sonrisa para él
Para tratar de conquistarle un día más.
Estaban solos, entre los dos no se cruzaba una palabra.
Ella tomaba su café y el se dormía en su sillón
Mientras cantaba un gorrión en el jardín.
Son veinte años junto a él, quién lo diría
Y se han dormido en el jardín las primaveras
Pero no hay tiempo de pensar, se le hizo tarde
Y hay cuatro niños que regresan de la escuela.
Intermezo
En el espejo, se preguntaba si en verdad era feliz
Y se empeñaba en ensayar una sonrisa para él
Para tratar de conquistarle un día más.
Estaban solos, entre los dos no se cruzaba una Palabra.
Ella tomaba su café y el se dormía en su sillón
Mientras cantaba un gorrión en el jardín.
Son veinte años junto a él, quién lo diría
Y se han dormido en el jardín las primaveras.
Pero no hay tiempo de pensar, se le hizo tarde
Y hay cuatro niños que regresan de la escuela.
Intermezo
Pero no hay tiempo de pensar, se le hizo tarde
Y hay cuatro niños que regresan de la escuela.
Cuando la Rutina nos alcanza en nuestras relaciones familiares,
se reflejan estas características que describe nuestro gran poeta
José Luis Perales. Saludos desde México.
Recibimos cualquier corrección con gusto. De Chevo con cariño.