Hasta siempre Negro Gómez
Lázaro Caballero

Allá en el chaco Salteño,
se escucha en el monte un gemir,
hasta el rió suena triste,
sin la magia de su violín.
Fuiste madurando coplas,
en fiestas de aquel lugar,
con dulzor de chacareras,
que el viento sembraba en su andar.
Un viejo violín chaqueño,
fue su corazón musical
y en el parche de un legüero,
la tía lo goza al compás
Hasta siempre Negro Goméz,
callado quedo su violín,
en los montes de mi chaco
sentirán que llora un crespín.
Una lagrima de estrellas,
la luna dejó al aclarar
y se sienten las charatas,
de duelo en el monte cantar.
Melodías de mi tierra,
que dejaste al amanecer,
son silencio de coyuyo,
que gritan al atardecer.
Cuando vuelvas hecho zamba,
por el Pilcomayo andarás,
y en el vuelo de un pañuelo,
la pena una copla se hará.
Hasta siempre Negro Goméz,
callado quedo su violín,
en los montes de mi chaco
sentirán que llora un crespín.
Salud para los cantores de Jauretche!