Tú
Luis Enrique Ascoy

Tú adolecente embarazada en secreto repudiada
servidora de un hogar durante tres meses sin paga.
Tú la única llena de gracia aún sin estar bautizada
el arcángel nos confirma que naciste inmaculada.
Tú caminante presurosa poetiza y cantautora
compusiste tu magníficat en solo un cuarto de hora.
Tú siempre Virgen y Señora cuanto pierde quien te ignora
si una nueva bienaventuranza es la llamarte dichosa.
Tú una madre de familia exiliada y perseguida
fuiste a Egipto de inmigrante aunque jamás te dieron visa.
Tú una dama tan sencilla una experta en la cocina
una típica mamá siempre atendiendo a la visita.
Tú una esposa preocupada y un poquito disgustada
con tu hijo adolecente que no dijo dónde estaba.
Tú arca de la nueva alianza pues llevaste en tus entrañas
al Supremo Sacerdote al Pan de Vida y su Palabra.
Tú el primer sagrario humano que debía ser preservado
de la muerte de la tumba del olvido y de los años.
Tú creadora del rosario también del escapulario
protegiendo a tus pequeños aunque sea con tu manto.
Tú una espada te atraviesa y todo quedó en tinieblas
ese viernes a las tres como te lo anunció el profeta.
Tú con el sol por vestimenta y una corona de estrellas
a tus pies se ve la luna y la serpiente con jaqueca.
Tú mujer, madre, esposa amiga reina esclava Virgen mía
lucero de la mañana y causa de nuestra alegría.
Tú sucedió lo que temía no alcanzo la poesía
harían falta mil canciones para referirme a ti MARIA