Nadador Salvador
Martín Buscaglia

estaba Salvador
vigilando la playa
viendo las olas morir
mientras la gente se ahogaba
no había dormido y se le notaba un montón
Liebre llegó
desenrrollando la estera
se tendió en la arena
como una lagartija al sol
se hacía la dormida y lo miraba de reojo a Salvador
"Nadador Salvador, ven a nadarme
aunque sé que en verdad
no te preocupas nada por mí"
hacía calor
a Liebre le ardía la sesera
abrió la fiambrera
ensalada de lechuga con melón
la aliñó con limón y el planeta se alineó
el mar la invitó
a bañarse y con pereza
el pelo se recogió
lo adornó con una violeta
Nadador Salvador no podía dejar de mirar
"Liebre Marina, que orejas tan bonitas
caminando pareces la misma Afrodita
creo que debería
aprender a nadar por tí"
y Liebre en el agua su infancia divina
de pronto recordó
sintiendo el abrazo materno del mar
donde nació
su brazo agitó
despidiéndose del mundo
y de un salto Nadador
salió corriendo como un loco
pisando los castillos de los niños, y al agua se lanzó
en ese instante Liebre Marina
decidió ya no ahogarse
y como él no llegaba
nadó y lo arrastró a la playa
y entre un corro de gente le hizo la respiración
"Nadador Salvador, estás despedido"
eso fue lo que oyó al recobrar el sentido
su jefe se fue
y lo dejó tirado en la arena
Liebre Marina le dijo al oído:
"casi pierdes la vida y yo he renacido
me salvaste un poquito
necesito que me salves entera
me salvaste un poquito,
necesito que me salves entera".
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