G Em Am D Si guardo un recuerdo que nunca me dejará G Em Am D es éste que mi alma a veces suele cantar. Bm Em Am C Tenía diez años y un mundo por conquistar, Bm Em Am D G D la luna y mi barrio, humilde y lejos del mar. Mi padre tenía las marcas de su niñez grabadas a fuego como un tatuaje en la piel. Ni besos, ni abrazos, tan duro como un cincel, subido a su andamio de noble testarudez. Un día de aquellos de lluvia en Paso del Rey me trajo en sus brazos, envuelta con un papel, sonó la madera, misteriosa y ancestral. ¡Guitarra, guitarra! Mi padre me ha vuelto a amar. Les cuento que nunca jamás me pude olvidar,