El Testamento
Claudina y Alberto Gambino

Me pondré triste como un sauce
el día en que me llame Dios,
golpeándome un hombro me diga:
"venime a ver a donde estoy".
Y yo por el cielo y la tierra
eterno luto guardaré.
Pero los robles que me esperan
para el cajón están en pie. (x2)
Si hay que marchar al cementerio
la senda larga tomaré.
Saldré del mundo a reculones
pero a la tumba no entraré.
Que el funebrero me regañe
creyéndome loco de atar.
Quiero partir al otro mundo
alegre como un escolar. (x2)
(sube tono y medio)
Antes de requebrar almitas
en los dominios de Plutón.
Sueño con una pollerita
para enredarme con ardor.
Una vez más decir "te amo",
perder el norte una vez más.
Y deshojar un crisantemo,
la margarita del dolor. (x2)
Ojalá mi viuda se alarme
cuando sepulte a su mitad
y que no apele a las cebollas
cuando me tenga que llorar.
Que ella se case, se lo ruego,
con otro tipo igual que yo,
que se aproveche de mis ropas
de mis pantuflas y el reloj. (x2)
Con mi mujer puede acostarse
y mi tabaco terminar,
pero jamás, muerte de mi alma,
al pobre gato castigar.
Aunque no tengo yo diez gramos
ni de rencor ni de maldad,
si es que le pega al pobre gato,
del otro mundo volveré. (x2)
Aquí termina una hoja muerta
mi testamento terminó.
Ya colocaron en mi puerta
"cerrado a causa de dolor".
Ya no me dolerán los dientes,
dejo la vida sin rencor.
A la fosa común del tiempo
y del olvido ya me voy. (x2)