San Pablo
Marisol Carrasco

Un día me llamaste
y lo dejé todo
y como tu madre
te dije que sí.
Y a partir de entonces
vivo alegrías
también amarguras
pero aquí estoy, Señor.
Cayéndome y levantándome
pero eso no importa
porque estas conmigo
y yo te debo tanto.
Y es que yo te amo
tú eres mi todo
yo sin ti soy nada
y yo sin ti no soy más que polvo.
Porque eres
lo más grande
que tengo
y no te dejaré.
Yo siempre
iré donde
tú me quieras enviar.
Y voy a pelear, voy a luchar,
yo voy a confiar,
me voy armar de fe,
esperanza y caridad.
Yo me gloriaré en tu pasión
y tu cruz será
el signo de tu amor
que llevo en mi corazón
que llevo en mi corazón.
Yo tengo una espina
clavada en mi carne
es el enemigo
que me hace sufrir.
Te he rogado tanto
para que lo apartes
pero tu extraña lógica
me ha enseñado que:
Me basta tu gracia
porque tu fuerza
se manifiesta
en mi debilidad.
Y ahora que lo entiendo
yo me enorgullezco
de ser tan frágil
para que tu fuerza habite en mí.
Y ahora
me complazco
en soportar
tantas penurias por ti.
y ahora
que soy débil
es cuando mas fuerte soy.
Y voy a pelear, voy a luchar,
yo voy a confiar,
me voy armar de fe,
esperanza y caridad.
Yo me gloriaré en tu pasión
y tu cruz será
el signo de tu amor
que llevo en mi corazón.
Y voy a pelear, voy a luchar,
yo voy a confiar,
me voy armar de fe,
esperanza y caridad.
Yo me gloriaré en tu pasión
y tu cruz será
el signo de tu amor
que llevo en mi corazón
que llevo en mi corazón.