La Flor
Paradoxus Luporum

Poso la mirada
en una flor imaginada A
que se asoma delicada
entre los dedos de mis pies.
Quiero dibujarla
con ilimitada calma,
procurando que su alma
se conecte con mi ser.
Quiero ser la tierra
donde su raíz se aferra,
que la forma de la sierra
se confunda con mi piel.
Hoy soy una flor
Miro su estructura,
su figura fina y pura,
de su tierno corazón.
¡Tan feliz sería!
¡Tan dichoso me vería! E
¡Tal sería mi alegría
si tuviera su color!
¡Tan independiente!
¡Tan apenas exigente
si me urgiera únicamente
remanente de agua y sol!
Que diría con orgullo,
sea o no de perogrullo, E*
que después de ser capullo
sólo se puede ser flor.
Casi da calambre,
casi incluso me entra el hambre
cuando miro sus estambres A
de finura sin igual.
Vive muy tranquila
sólo el viento la vacila
mas la noche lo vigila
para que la deje en paz.
Nunca tiene miedo
ni siquiera de mi dedo
que lo acerco cuanto puedo
hacia su dócil levedad.
Crece sin augurios,
Sin apenas infortunios,
Bajo el haz del plenilunio
se acostumbra a desnudar.
Hoy soy una flor
Ella no se inmuta
ni padece ni disfruta
sólo observa aquella ruta D
que le ofrece el existir.
Creo que no es nada,
es una efímera balada,
es una imagen inventada
que vive arraigada en mí.
Sólo en mi cabeza
se produce su belleza,
Sólo es mía la certeza
de lo que puedo sentir.
Yo también quisiera,
no ser nada ni siquiera
ser quien quiere que no fuera
lo que sea que yo fui.
Todo el mundo sabe
donde se encuentra la llave
que habita en su corazón.
No hay contradicciones
no hay tragedias ni ilusiones
No hay contradicciones D
no hay tragedias ni ilusiones
Sólo amor.