Letra de Desde la cruz
Hoy como ayer, el mundo tiene hambre de Cristo,
Cristo de hombres y de mujeres valientes,
dispuestos a dar su vida por este ideal,
de vivir entregándose, anunciando la verdad.
Fuimos por Él, convocados de cerca a seguirlo,
su voz resonó con fuerza en nuestro corazón,
y fijos los ojos en Él, lo hemos seguido,
y dejando atrás todo lo hemos ganado todo.
Cristo Jesús, buen amigo, desde ese madero,
me hablaste tu infinito amor,
tu tierna mirada no reclama nada,
y en ese silencio me das tu perdón.
En libertad, tu vida entregas,
dejando tú corazón traspasar,
y hasta ese extremo me invitas a amar.
Cristo Jesús, buen amigo, desde ese madero,
me hablaste tu infinito amor,
tu tierna mirada no reclama nada,
y en ese silencio me das tu perdón.
En libertad, tu vida entregas,
dejando tú corazón traspasar,
y hasta ese extremo me invitas a amar.
La muerte no te dejó atrapado en ese madero,
vida eterna nos das con tu resurrección,
la victoria de la cruz anunciaremos,
pues ésta es la vida que el mundo anhela alcanzar.
Queremos que el mundo conozca,
lo que hiciste por ellos,
que Tú ya cargaste con todos sus sufrimientos,
que Tú compartes nuestra vida amigo bueno,
que con tu gracia es posible ser santos y llegar al cielo.
Cristo Jesús, buen amigo, desde ese madero,
me hablaste tu infinito amor,
tu tierna mirada no reclama nada,
y en ese silencio me das tu perdón.
En libertad, tu vida entregas,
dejando tu corazón traspasar,
y hasta ese extremo me invitas a amar.
Vale la pena entregar nuestra vida por Cristo,
nuestro Señor,
que como incienso se eleve,
y dé gloria a Dios.
Cristo Jesús, buen amigo, desde ese madero,
me hablaste tu infinito amor,
tu tierna mirada no reclama nada,
y en ese silencio me das tu perdón.
En libertad, tu vida entregas,
dejando Tú corazón traspasar,
y hasta ese extremo me invitas a amar.
SE REPITE CORO UNICAMENTE VOCES ACOMPAÑADO CON PERCUSION
Cristo Jesús, buen amigo, desde ese madero,
me hablaste tu infinito amor,
tu tierna mirada no reclama nada,
y en ese silencio me das tu perdón.
En libertad, tu vida entregas,
dejando tu corazón traspasar,
y hasta ese extremo me invitas a amar.
En libertad, tu vida entregas,
dejando Tú corazón traspasar,
y hasta ese extremo me invitas a amar.